Prólogo del libro «Tripas en acción» (de Karina Cuiñas)

Como ya sabréis, he tenido el impagable honor de prologar el librazo «Tripas en acción» de la gran Karina Cuiñas. Y digo que ya lo sabréis porque compartí hace poco por aquí la entrevista que le hicimos Carles Mesa y yo en Vida Sana el pasado 4 de enero de 2024.

Pues bien, he preguntado tanto a Karina como a su editorial (Penguin Random House) si puedo compartir por aquí dicho prólogo, y me han dado su autorización (¡gracias de nuevo!) así que aquí os lo traigo:

«»¿Existe algo más maravilloso que viajar? Sí, cagar en casa”. Aunque la frase tiene su gracia, lo cierto es que las consecuencias del estreñimiento (con el que demasiadas personas se han resignado a vivir) no son ninguna broma. Se trata de un problema de salud pública de primer orden que ejerce un significativo impacto social, económico y, desde luego, sanitario. Y es que, como justifica Karina Cuiñas en este tan recomendable e imprescindible libro, deberíamos ser capaces de cagar tanto en el lavabo de nuestra casa como en cualquier otro lavabo. Además, parafraseando a Karina, “Cagar debería ser un placer. Si no lo es, hay que trabajar para mejorarlo”.

¿Qué consecuencias puede tener el estreñimiento en nuestra salud? Pues se relaciona con una peor calidad de vida en adultos y niños tanto desde el punto de vista físico como mental. La buena noticia es que se puede tanto prevenir como tratar. Pero en ambos casos es indispensable contar con información fiable, rigurosa, contrastada y alejada de falsos mitos. Es el caso de la que encontrarás en este librazo que tengo el impagable honor de prologar. ¿Sabías, por ejemplo, que “se puede ir al baño más de diez veces al día y estar estreñidísimo”? Yo no lo sabía. Tampoco había oído hablar de otros muchos conceptos que Karina desarrolla magistralmente y con un toque de humor que hace muy amena la lectura. Conceptos como “Complejo motor migratorio”, “Reflejo del muestreo anal” o “Síndrome del periné descendente”.

Sí sabía que “El recto se hace insensible después de ser ignorado tantas veces” (en la universidad nos insistían en que hay que responder a la urgencia por defecar en el momento de producirse), aunque no conocía este desolador dato que aporta Karina en el capítulo “Consecuencias del estreñimiento”: “Un 39% de las personas consideran que el estreñimiento no es un problema lo suficientemente importante como para buscar ayuda”. También sabía (aunque eso lo sabe -o lo debería saber- todo el mundo) que seguir una plant-based diet es clave para prevenir y tratar el estreñimiento. Plant-based diet no es comer césped, por cierto, es todo patrón de alimentación que consista en su mayoría o en su totalidad en alimentos de origen vegetal, con un bajo o nulo consumo de productos de origen animal. Creo que la mejor traducción es «Alimentación basada en alimentos de origen vegetal poco procesados».

Pero ojo, que la cosa no es tan simple como aumentar el consumo de frutas, verduras, granos integrales, frutos secos o legumbres. Karina lo explica lapidariamente: “Si todos los casos de estreñimiento mejorasen con agua, fibra y ejercicio, ¿haría falta escribir un libro?”. Y aquí radica la importancia capital de su trabajo: hay muchísimos casos de estreñimiento donde la situación es más compleja de lo que pueda parecer a simple vista. Y es que, parafraseando de nuevo a Karina “Hay un grupo de personas que a pesar de seguir las instrucciones al pie de la letra no logran que su colon funcione como se espera”.

Página tras página y con detalladas explicaciones, con clarificadoras anécdotas y, sobre todo, con insuperables analogías, Karina pone luz en la oscuridad de nuestros intestinos.

No quiero extenderme mucho más, pero sí necesito agradecer a Karina que no haya dudado en cargar contra la jauría de vendehúmos que nos rodea, como esos que atribuyen “cualquier cosa que nos pasa a la microbiota, y vendiéndote suplementos para mejorarla”. Y también quiero agradecerle que nos haya invitado a que “hablemos con naturalidad de la defecación y dejemos de avergonzar a las personas por hacer algo que es imprescindible para la vida: cagar”.

Pasamos buena parte de nuestra vida en el baño, así que mi último agradecimiento para Karina no puede ser otro que este: que ayude con su libro a sentir que cagar en cualquier baño sea tan maravilloso como viajar».

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