No deja de aumentar el consumo de bebidas “energéticas” (entre comillas: no te dan energía, te ponen nervioso), pero también lo hacen sus efectos adversos. Por eso he dedicado bastantes páginas a estos mejunjes en mi libro “Come mierda”. Por desgracia, en los 11 meses que han pasado desde su publicación no estamos mejor, sino bastante peor. La única noticia positiva es que también están aumentando tanto las pruebas científicas sobre sus efectos adversos como la preocupación social, científica y (aunque menos) política sobre sus riesgos para la salud.

Un ejemplo de lo anterior lo encontramos en una investigación recién publicada en la revista científica Nutrients y cuya primera firmante es la doctora Carmen Rubio (Departamento de Toxicología de las Facultades de Farmacia y Ciencias de la Salud de la Universidad de La Laguna) (Nutrients. 2022 Dec 1;14(23):5103).

Su trabajo comienza detallando que estas bebidas se correlacionan “con un aumento significativo en las probabilidades de insomnio, nerviosismo, ansiedad, depresión, impulsividad y bajo rendimiento académico, entre otros”. Vaya, no parece que eso te dé alas… a no ser de que las quieras para estrellarte contra un muro de cemento.

Se añade que su consumo frecuente genera “hipertensión, pérdida de densidad ósea, osteoporosis, bajo bienestar psicológico, físico, educativo y general, entre otras consecuencias”. Uf.

Pero no se vayan todavía, aún hay más: el consumo agudo de estos mejunjes genera una sobredosis de cafeína (nada deseable, según MedlinePlus) y es un indicador tanto del uso/abuso de otras sustancias psicoactivas (como tabaco, sedantes, cannabis, cocaína y éxtasis) como de conductas de riesgo.

Por último, pero no menos importante, si se combinan con bebidas alcohólicas pueden acercarnos al coma etílico, como justificamos el pediatra Carlos Casabona y yo en nuestro libro “Beber sin sed“. Carmen Rubio y colaboradores nos proporcionan, en este punto, un dato escalofriante: “más de la mitad de los consumidores jóvenes europeos dijeron que ocasionalmente consumían bebidas ‘energéticas’ mezcladas con alcohol”. Para morirse.

Pero el asunto central de su investigación ha sido revisar la seguridad de los tres ingredientes principales de estas bebidas: la cafeína, la taurina y la D-glucuronolactona. ¿Cómo? Evaluando la exposición a estas sustancias en varios escenarios de consumo y perfiles de consumidores y caracterizando sus riesgos teniendo en cuenta tanto sus valores de referencia como su margen de seguridad.

Concluyen que las autoridades sanitarias deberían:

1.- Limitar la cantidad de cafeína en estas bebidas para prevenir los trastornos de sueño y “los riesgos generales adversos para la salud de la cafeína”.

2- Limitar la cantidad de D-glucuronolactona en estas bebidas, porque “se observaron algunos riesgos en algunos de los escenarios estudiados”.

3.- Limitar la cantidad de taurina en estas bebidas porque existen consumos poblacionales “por encima del valor de referencia”. Aunque se considera que la taurina no supone, a los niveles de ingesta actual, un riesgo para la salud, este equipo de investigación puntualiza algo que muchos sanitarios suelen pasar por alto: que existe “incertidumbre de los posibles efectos adversos de una ingesta conjunta y crónica de taurina y cafeína a largo plazo”.

Acaban pidiendo, para gestionar estos riesgos:

1.- Un marco legal europeo con límites máximos para los componentes activos de las bebidas “energéticas”,

2.- Limitaciones de su tamaño,

3.- Mejoras en el etiquetado, y

4.- El desarrollo de programas de educación y sensibilización.

Muy de acuerdo.

Fuente: Rubio C, Cámara M, Giner RM, González-Muñoz MJ, López-García E, Morales FJ, Moreno-Arribas MV, Portillo MP, Bethencourt E. Caffeine, D-glucuronolactone and Taurine Content in Energy Drinks: Exposure and Risk Assessment. Nutrients. 2022 Dec 1;14(23):5103. Texto gratuito disponible en: https://www.mdpi.com/2072-6643/14/23/5103

 

Más entradas sobre bebidas “energéticas” en este blog: https://juliobasulto.com/tag/bebidas-energeticas/

 

P.D. (26/12/2022): Una nueva investigación ha constatado que los anuncios de TikTok con bebidas «energéticas» no tienen restricción de edad. Y es urgente que la tengan, porque su consumo es especialmente peligroso en menores (Jeremiah Ayalde et al. J Adolesc Health. 2022 Dec 16:S1054-139X(22)00724-8).

P.D.2 (26/12/2022): Muchos deportistas toman estas bebidas para mejorar su rendimiento deportivo, así que es preciso detallar que la mejora en el rendimiento en corredores gracias a la cafeína solo es de aproximadamente un 1,1%. Es algo a tener en cuenta sabiendo que hay una considerable posibilidad de presentar efectos adversos, como taquicardia o palpitaciones.

 

P.D.3 (1/2/2023): He hablado de este tema en mi espacio «Vida Sana», en el programa «Las tardes de RNE» dirigido por Carles Mesa.

 

P.D.4 (8/3/2023): Acabo de publicar un texto más sobre este tema: «Se puede (y conviene) prohibir la venta de bebidas «energéticas» a menores de edad«.

 

P.D.5 (31 de agosto de 2023): Se acaba de publicar una revisión sistemática de la literatura científica cuya conclusión es que la mezcla de alcohol con bebidas «energéticas» supone un importante factor de riesgo tanto de victimización como de perpetración de actos violentos, incluyendo conductas sexualmente agresivas (Speroni J et al. Clin Psychol Rev. 2023 Aug;104:102319).

P.D.6 (29 de enero de 2024): La semana pasada se ha publicado una investigación realizada con 53.266 estudiantes de 18-35 años. El trabajo ha constatado que las bebidas «energéticas» perjudicaron (y de manera importante -strong-) su sueño. De hecho, incluso pequeñas cantidades se asociaron con peor calidad del sueño (Kaldenbach S, Hysing M, Strand TA, Sivertsen B. Energy drink consumption and sleep parameters in college and university students: a national cross-sectional study. BMJ Open. 2024 Jan 23;14(2):e072951).

P.D. 7 (24 de febrero de 2024): Una recién publicada investigación concluye que se deben implementar urgentemente estrictas normas regulatorias para las bebidas «energéticas». Suponen riesgos importantes para la salud y el bienestar de, sobre todo, los menores de edad (Sanchis-Gomar F, Lavie CJ, Lippi G. Strict regulations on energy drinks to protect Minors’ health in Europe – It is never too late to set things right at home. Prev Med. 2024 Feb 5;180:107889. Epub ahead of print).

 

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