Como sabéis, en ocasiones dedicamos todo el espacio “Vida Sana” a consultas de oyentes, porque se nos acumulan muchas de las que llegan por correo electrónico a RNE. En esta ocasión hemos intentado resolver algunas de ellas, pero como también tenemos acumuladas unas cuantas noticias candidatas al subespacio “La patraña de la semana” les hemos dedicado más tiempo del habitual. Así que principalmente hemos hablado de patrañas alimentarias y dudas dietéticas.

 

La (buena) noticia nutricional de la semana

Hemos empezado, en esta ocasión, con “La buena noticia nutricional de la semana”? Se trata de una investigación financiada por la Organización Mundial de la Salud sobre lactancia materna y obesidad recién publicada en la revista científica Acta paediatrica. Cuéntanos, Julio.

A lo dicho en 2017 en el texto “Lactancia materna contra la obesidad infantil”, he comentado este nuevo estudio del doctor Bernardo Lessa Horta y sus colaboradores (revisión sistemática con metaanálisis: Acta Paediatr. 2023 Jan;112(1):34-41) que constata que la lactancia materna redujo las probabilidades de sobrepeso u obesidad, y que es poco probable que esta asociación se deba al sesgo de publicación y la confusión residual. Es decir, que incluso entre los estudios que eran claramente susceptibles de confusión positiva a causa del nivel socioeconómico, se observó un beneficio de la lactancia incluso tras ajustar por el nivel socioeconómico.

Esta conclusión coincide con la postura de la Academia Norteamericana de Pediatría, que en 2023 ha reconocido que los bebés amamantados tienen un menor riesgo de aumento de peso excesivo durante la niñez, posiblemente porque los bebés amamantados son más capaces de regular su consumo de energía (Hampl SE et al. Clinical Practice Guideline for the Evaluation and Treatment of Children and Adolescents With Obesity. Pediatrics. 2023 Feb 1;151(2):e2022060640).

¿Por qué ocurre esto? Entre los posibles factores que he citado en la radio están:

1.- El microbioma: La leche materna tiene componentes que pueden modular el microbioma del bebé y podrían reducir su riesgo de obesidad (oligosacáridos, probióticos, adiponectina…) (Porro M et al. Nutr Rev. 2023 Apr 11;81(5):597-609).

2.- El hipotálamo: “La lactancia materna prolongada constituye un mecanismo protector contra la obesidad al afectar cambios fisiológicos duraderos en la comunicación del hígado con el hipotálamo y la regulación metabólica hipotalámica” en palabras de Pena-Leon y colaboradores (Nat Metab. 2022 Jul;4(7):901-917).

3.- La leptina: Está en la leche materna y tiene un papel específico en la configuración de la salud de un niño amamantado, entre otros motivos porque está involucrada en la regulación del apetito e informa al cerebro sobre los recursos energéticos del organismo, por lo que puede reducir el riesgo de obesidad, según Sinkiewicz-Darol y colaboradores (Molecules. 2022 Jun 2;27(11):3581)

4.- Efecto sobre el sabor de los alimentos. La lactancia prolongada se asocia a una mayor más preferencia por alimentos sanos por parte de los niños amamantados, que son más propensos a consumir a los 6 años agua en vez de bebidas azucaradas, y frutas y hortalizas en vez de “fast food”. Lo que come la madre parece deja un sabor en su leche, que actúa como un “puente de sabor” que facilitaría la transición de su bebé a los alimentos que la madre consume de forma habitual, según sugieren varios estudios detallados en The New York Times.

 

Patrañas alimentarias

Vamos pues con las patrañas.

1.- Hemos empezado con una publicada en la sección YoDona de El Mundo  el 17 de junio: “30 alimentos probióticos que debes incluir en tu dieta para una buena salud intestinal”.

Hay demasiadas incorrecciones en el texto (sobre todo “Cuando nos faltan probióticos, nuestra flora intestinal queda dañada”), como detallé en el texto “Nuevas razones para dudar de la santidad de los probióticos”).

2.- El 17 de junio, El Español publicó “Descubre la infusión para adelgazar que en ayunas mejora tu rendimiento y reduce el estrés”. Nos la hizo llegar Laura Benito, de Salamanca.

He desmentido dicha afirmación citando este metaanálisis en el que tuve el honor de participar: Baladia E, Basulto J, Manera M, Martínez R, Calbet D. Efecto del consumo de té verde o extractos de té verde en el peso y en la composición corporal; revisión sistemática y metaanálisis [Effect of green tea or green tea extract consumption on body weight and body composition; systematic review and meta-analysis]. Nutr Hosp. 2014 Mar 1;29(3):479-90).

3.- Esta tercera patraña nos la hizo llegar por e-mail Elena Escamilla Muñoz, y se publicó el 20 de junio en la edición digital de la revista Hola: “Berberina: el ‘ozempic natural’ que sirve para adelgazar”. Cuéntanos, Julio.

Nos comparan la berberina con la semaglutida, el ingrediente activo de Ozempic, algo nada científico, como se puede constatar en el texto “The Truth About ‘Nature’s Ozempic’” publicado en The New York Times, que detalla que no hay pruebas sólidas de sus supuestos efectos adelgazantes; que puede producir efectos adversos como náuseas, vómitos, hipertensión u hormigueos en manos y pies; que existe la posibilidad nada desdeñable de que los suplementos con berberina estén “y potencialmente contaminados con sustancias prohibidas”; que “la berberina podría interactuar con otros medicamentos”; y que no podemos estar seguros de que “una botella de cápsulas realmente contenga lo que se indica en la etiqueta”.

4.- Más patrañas. Esta se publicó el 4 de junio en El Mundo: “¿Merece la pena gastarse el dinero en yogures enriquecidos con proteínas?”

Se afirma que “No llegamos a los requerimientos diarios de proteínas solo con nuestra alimentación», cuando lo cierto es que más del 30% superamos el consumo adecuado de proteína (Nutrients. 2016 Mar 22;8(3):177).  También se afirma que la gente activa debe «tomar 2,5 gramos por kilo de peso», algo que contradice la postura de la EFSA al respecto (Scientific Opinion on Dietary Reference Values for protein).

5.- Esta se publicó el 21 de junio en Voz Pópuli: “La infusión para adelgazar que quema la grasa abdominal, aumenta el deseo sexual y da más energía que el café”.

Se trata del té de guaraná de Brasil. Contesté así en mi cuenta de Twitter:

6.- Tres días después, el 24 de junio, leímos esto en el medio Información.esAsí es la dieta del huevo con la que podrás perder hasta 5 kilos en tres días”.

Sugieren que el huevo o la proteína adelgazan. No solo no es cierto (Scientific Opinion on Dietary Reference Values for protein)., sino que además están prohibidas «las declaraciones que hagan referencia al ritmo o la magnitud de la pérdida de peso» (https://boe.es/doue/2006/404/L00009-00025.pdf Reglamento (CE) No 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo).

7.- Otros tres días después, pero en El Español, leímos esto “Estos son los cuatro embutidos más recomendables para los médicos en España”.

Lo que de verdad dice la ciencia es que “No es posible averiguar si unos tipos específicos de derivados cárnicos son más sanos que otros” (Harvard). Afirman del lomo que “tiene fama de ser de los [derivados cárnicos] más saludables”, cuando lo recomendable es evitar los cárnicos procesados.

 

Dudas dietéticas

Y, como he indicado, he intentado resolver algunas de las (¡muchas!) consultas que nos han enviado por correo. En una de ellas, Vero, desde Albacete, nos comentó que “padezco Hashimoto, una enfermedad autoinmune. Hace poco vi un vídeo (nos adjuntó el enlace), en el una doctora dice que el gluten y los lácteos inflaman y dañan el organismo, sobre todo en personas con mi enfermedad. No soy celiaca, ya me hice las pruebas. ¿Debo dejar de comer gluten y lácteos? Dejé de comer gluten unos meses y no noté ningún cambio en mi cuerpo, sí en mi bolsillo”.

Mi respuesta ha sido “No es imposible que padezcas enfermedad celíaca, dado que las personas con celíaca  parecen ser más proclives a padecer Hashimoto. Sin embargo, en un estudio (Scand J Gastroenterol. 2012 Jan;47(1):43-8) se indica que «A gluten-free diet seemed not to prevent the progression of autoimmune process during a follow-up of 1 year» y que «Gluten-free diet did not have any beneficial effect on the thyroid ultrasound findings, thyroid function tests or thyroid autoantibodies», así que parece que aunque ciertamente tuvieras enfermedad  celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca (hablé de ello aquí: “Antes de suprimir el gluten de la dieta, acude a un nutricionista”), no mejorarías sensiblemente quitando el gluten (aunque sí sería necesario retirar el gluten si existe un correcto diagnóstico de una de las dos citadas patologías, claro, algo que debe hacer un gastroenterólogo).

 

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La pregunta sana

Pregunta sana de la semana pasada (07/07/2023): ¿qué diferencia hay entre la cantidad de fibra dietética que tiene arroz blanco y la que tiene el arroz integral? Sorteábamos un ejemplar del libro “Las recetas de El Comidista” de Mikel López Iturriaga.

Respuesta: 100 gramos de arroz blanco hervido: 0,5 gramos de fibra. 100 gramos de arroz integral hervido: 1,4 gramos de fibra. ¡Tres veces más!

Pregunta sana de esta semana (14/07/2023): Según el artículo “Aprenda sobre las dietas sin gluten” del portal MedlinePlus ¿está justificado eliminar el gluten ante síntomas como dolores de cabeza, depresión, fatiga prolongada (crónica) y aumento de peso? Sorteamos un ejemplar del libro.

 

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