“Cuando la industria se involucra en la formulación de políticas, pueden estar seguros de que las medidas de control más eficaces serán minimizadas o dejadas de lado por completo”. La frase es de la doctora Margaret Chan, exdirectora general de la Organización Mundial de la Salud. Cité esta frase en este mismo blog, como quizá recordaréis, en el texto “Industria alimentaria + formulación de políticas=captura de la salud pública” Pues bien, según una reciente investigación, la mayoría de los españoles apoyamos políticas alimentarias saludables y sostenibles, que son las que están exentas de injerencias de la industria alimentaria. Para hablar de ello nos ha acompañado hoy en Vida Sana la doctora Cristina Cavero Esponera, la primera firmante de la citada investigación. De su largo currículum solo destacaremos que Cristina es médico, Máster Oficial en Salud Pública y se dedica a la especialidad de Medicina Preventiva y Salud Pública. Colabora con la Asociación Española Contra el Cáncer y ha participado con la Cruz Roja formando parte del dispositivo de acogida de las personas evacuadas de Afganistán y para los refugiados procedentes de Ucrania.

Hemos empezado rogándole que nos explique con sus palabras qué es la captura corporativa de la salud pública. Y nos responde que “Hablamos de captura corporativa cuando las decisiones políticas se toman buscando un beneficio privado, casi siempre económico, en lugar de tomarse buscando lo mejor para la población. Cuando el objetivo de las políticas es regular aquello que sea perjudicial para la salud, como es el alcohol o los alimentos ultraprocesados, hablamos de captura corporativa en salud pública”. A ello añade que los intereses de la industria alimentaria “son totalmente opuestos a los de la salud pública. Y a la industria le interesa que no haya regulación para poder seguir así incrementando sus ventas y tener más beneficios”. ¿Y cómo consigue evitar esa regulación? Pues promoviendo “sistemas de autorregulación y medidas de carácter educativo. De esta manera, todo quedará en meras recomendaciones”. En concreto nos cita estas estrategias de captura:

  • Dirigidas a políticos: por ejemplo, financia partidos políticos o participa en reuniones de alto nivel.
  • Dirigidas a expertos científicos, por ej.: financia proyectos de investigación para sesgar los resultados. Puertas giratorias: trasladarse de la industria a puestos de responsabilidad en administración y viceversa.
  • Dirigidas a la población general, por ejemplo, difundir mensajes engañosos, insistiendo en la moderación y el equilibrio (“hay que comer de todo”, “no existen alimentos buenos o malos”… ).

La investigación de la que hablamos hoy, por cierto, se titula “Opinión pública sobre las políticas alimentarias para combatir la obesidad en España” (Public Opinion on Food Policies to Combat Obesity in Spain) y además de la doctura Cristina Cavero Esponera, también lo firman la doctora Sara Fernández Sánchez-Escalonilla y el doctor Miguel Ángel Royo-Bordonada, quien nos acompañó en “Gente sana” el 20 de enero de 2017. Sobre ella le hemos preguntado a Cristina, para empezar, la relación que existe entre unos bajos ingresos y un mayor consumo de ultraprocesados. Y nos ha contestado que “El precio de los alimentos es uno de los factores que más determina nuestros hábitos alimentarios. Los ultraprocesados son mucho más baratos que los alimentos frescos o mínimamente procesados. Si a esto le sumamos que las personas con menos ingresos están más expuestas y son más vulnerables a las agresivas campañas de marketing de ultraprocesados, tenemos la fórmula perfecta para que aumente la brecha socio-económica”. A ello ha añadido que “La evidencia científica demuestra que la mejor manera de combatir esto es mediante políticas económicas. Políticas que rebajen el precio de los alimentos saludables y ofrezcan ayudas a los colectivos más desfavorecidos para que puedan tener acceso a los mismos y suban el precio de los no saludables”.

Y ya que la semana pasada hablamos con Mikel López Iturriaga de cómo mitigar el cambio climático con la alimentación, hemos retomado el asunto con Cristina. Porque Mikel explicó que es preciso cambiar la opinión pública para mejorar esta cuestión. Y es que en el estudio de Cristina y colaboradores se detallaalgo similar: “La opinión pública es un factor que afecta la viabilidad de las políticas ya que los políticos se muestran más dispuestos a implementar una política si esta recibe apoyo popular”. Le hemos preguntado a Cristina si debemos cambiar la opinón pública sobre las políticas alimentarias, quien nos ha contestado que “En este caso yo no emplearía la palabra cambiar, ya que, como vemos en el estudio, la población española está a favor de que se implementen políticas alimentarias para combatir la obesidad”. Pero suma algo importante con esta reflexión. “Lo que no se puede plantear es ir paso a paso, es decir, empezar primero por la educación a la ciudadanía y luego aplicar políticas. Porque se ha demostrado que eso lleva al fracaso”. Y añade: “La Organización Mundial para la Salud, basándose en la evidencia científica y en lo que ha ocurrido en los países que sí han aplicado políticas alimentarias, recomienda un enfoque integral, donde las políticas y las medidas educativas trabajan conjuntamente. Además, se ha visto cómo el grado de aceptación de las políticas crece una vez está implantada la política. Claro ejemplo de ello es lo ocurrido con la ley del tabaco”.

Su trabajo ha consistido en una encuesta a una muestra representativa de la población española, y han detallado a los voluntarios ciertas medidas para mejorar la alimentación, propuestas por expertos en el tema. Así que hemos preguntado a Cristina por dichas medidas, y ha indicado que “Son parte de las recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para regular los alimentos y bebidas no saludables” y que están recogidas en estos cuatro ámbitos:

  • Publicidad,
  • Medidas destinadas a implementar un sistema de etiquetado frontal interpretativo, bien a modo de semáforo nutricional o a modo de advertencias de que un producto no es saludable.
  • Medidas de composición, que aluden a que se reformulen los alimentos con el objetivo de que tengan menor contenido de sal, azúcar y grasas saturadas.
  • Y, por último, de provisión y venta, que proponen, entre otros, prohibir la venta de alimentos y bebidas no saludables en colegios y centros donde se ofrezca atención sanitaria.

El estudio muestra que la mayoría de los españoles estamos de acuerdo con tales medidas y no con los argumentos de la industria alimentaria, que apela, según leemos en el estudio “libertades y preferencias individuales”. Al comentarle esta cuestión, Cristina nos ha indicado que “La industria alimentaria busca vender su producto. Y, para ello, invierte millones de euros en conocernos, en obtener nuestros datos, y ver cómo reaccionamos a diferentes estímulos para luego desarrollar agresivas campañas de marketing que sean lo más personalizadas posibles. De esta manera, consiguen persuadirnos de manera subconsciente y logran que pasemos de la razón a la emoción. Y es cuando sentimos, cuando generan en nosotros emociones, cuando tomamos acciones y consiguen cambiar nuestro comportamiento”. Y a renglón seguido añade que “Cuando nos damos cuenta de esto, vemos cómo la industria está interfiriendo en nuestras libertades y preferencias individuales y eso nos inclina a querer que se pongan límites y a pedir políticas para frenar esta situación”.

Le he comentado que la semana pasada la doctora Angela Carriedo y colaboradores publicaban una investigación en la revista Public Health Nutrition que reveló que la Academia de Nutrición y Dietética (la mayor organización estadounidense de profesionales de alimentos y nutrición) «actúa como una voz a favor de la industria en algunos foros políticos y con posiciones públicas que chocan con su misión de mejorar la salud». Así que le he preguntado: ¿Crees que ocurre esto en España? Y su respuesta ha sido: “Sí, mentiría si dijera lo contrario. Por ejemplo, en nutrición, me llama la atención la pirámide de las guías alimentarias de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), que incluye bebidas alcohólicas de baja graduación. A estas alturas todo el mundo debería saber que el alcohol, sea cual sea su graduación, no puede aparecer en una guía de salud”.

Hemos contado en el programa con un impagable audio del abogado Francisco José Ojuelos quien nos ha resumido su artículo “Publicidad ilícita y salud: cerrar el círculo”, publicado en 2020 en la revista científica “Revista de Bioética y Derecho”. Me he tomado la libertad de realizar un breve resumen esquematizado de dicho artículo:

  • La regulación de la publicidad encubierta (“publicidad que no reconoce su condición”) es claramente deficiente.
  • La norma da primacía a la iniciativa privada y la competencia otorgada a los tribunales mercantiles.
  • La publicidad de productos de riesgo para la salud intenta escapar al control de la regulación menos laxa (televisión y radio).
  • La regulación de la publicidad de medicamentos es un ejemplo de buenas prácticas porque parte de una definición de la publicidad que coincide con la realidad de las prácticas de la industria y elimina problemas interpretativos.
  • La definición de publicidad del sector de los medicamentos es aplicable a la publicidad de productos de riesgo, como bebidas alcohólicas o alimentos malsanos, pero existen altos niveles de incumplimiento de las normas en la publicidad de ambos productos.
  • Es pertinente y necesario aplicar nuevos criterios legales y jurisprudenciales para actuar de forma más decidida contra la publicidad ilícita de estos dos tipos de productos.

El caso es que le hemos preguntado la opinión sobre el artículo de Ojuelos a Cristina, quien nos ha contestado que “Estoy totalmente de acuerdo. En el caso del alcohol, la regulación vigente, lejos de ser laxa está desfasada, ya que hoy en día el mayor tiempo de pantalla no lo pasamos en la televisión, sino en RRSS o en Internet, donde hay un vacío legal tremendo. Respecto a la regulación de la publicidad de los alimentos no saludables, miembros del PSOE acaban de paralizar el proceso de aprobación del RD que pretende regular la publicidad de alimentos y bebidas no saludables a la que se exponen los niños en España. Nos encontramos ante otro claro ejemplo de captura corporativa. En España no existe actualmente ninguna ley que regule la publicidad de alimentos y bebidas no saludables, lo que existe es el código PAOS, de carácter autorregulatorio y defendido por el PSOE porque está capturado por la industria alimentaria. De carácter autorregulatorio quiere decir que las propias empresas se miden si lo cumplen o no. Este código es, además, voluntario. La relación causa-efecto entre la publicidad de alimentos ultraprocesados y la obesidad infantil esta más que demostrada. La situación es alarmante ya que, si seguimos así, las cifras de sobrepeso y obesidad no dejarán de aumentar y os recuerdo que más de 4 de cada 10 niños ya tienen sobrepeso u obesidad en España. Mi pregunta es, quién está al mando, ¿el PSOE o la industria alimentaria?”.

Como Cristina compartió la semana pasada en su cuenta de Twitter un tuit que hablaba de “Otro ejemplo de social washing (o marketing disfrazado de filantropía)” y citaba un anuncio de “Cervezas 1906”, de Estrella Galicia, le hemos preguntado qué es eso de “marketing disfrazado de filantropía”. Y nos ha explicado que el “washing” es, en sus palabras, “una técnica de marketing que emplean las empresas para hacerse un lavado de imagen. Con esto pretenden comunicar de manera engañosa que sus productos o valores son respetuosos con algo”. Y nos ha hablado, como anticipo del “Social Washing” del greenwashing, “mediante el cual, las empresas han teñido de verde sus productos y les han puesto falsas etiquetas de ‘sostenible’, ‘bio’, ‘eco’, etcétera.  Esto, no es más que una estrategia para acercarse al consumidor y transmitirle que tiene falsos valores éticos y de responsabilidad con el medio ambiente. El objetivo final es que el público objetivo, nosotros, acabemos por crear un vínculo ya no solo con el producto, si no con la marca”. Y ahora sí, ya nos ha explicado qué es el “social washing”, que es un fenómeno parecido, “Pero en este caso, en lugar de mostrar respeto y compromiso con el medio ambiente, las empresas van más allá y pretenden transmitir que están comprometidas con problemas sociales”. E insiste en que la industria alimentaria invierte muchísimo dinero en conocernos y en conocer cuáles son nuestras necesidades y qué es aquello que nos preocupa. De esta manera emplean la técnica de la personificación para llegar a lo más profundo de nuestro subconsciente y poder jugar con nuestras decisiones”.

Así, en el caso del anuncio de Cervezas 1906 lo que ocurre es que “Mientras vemos el anuncio, olvidamos el producto, nos quedamos con el recuerdo de la marca y el mensaje que nos ha transmitido y terminamos consumiendo. Si nos fijamos en el anuncio de la cerveza, nos está hablando de presión social y nos transmite empoderamiento, libertad e inclusión. Sin embargo, el producto que nos quiere vender, el alcohol, está relacionado con todo lo contrario: se consume por presión social, desempodera y causa dependencia”.

Por último, y volviendo al resultado de la investigación central de esta entrevista, hemos preguntado a Cristina: ¿qué dirías, por una parte, a los responsables políticos que nos estén escuchando y, por otra, a nuestros oyentes?

Y aquí su respuesta: “Es el Estado, y no la industria, quien tiene la obligación de velar por los derechos humanos, de velar por el derecho a la salud. Si los políticos no actuáis rápido e implementáis políticas alimentarias, lo que estáis haciendo es dejar que la industria continue generando un entorno obesogénico, causa directa de obesidad. Es decir, estáis yendo en contra de los derechos humanos y eso es delito. Las cifras de sobrepeso y obesidad en España son alarmantes y ya vamos tarde”. A lo que añade: “A los oyentes, me gustaría decirles que el mundo del marketing alimentario está dominado por la industria de los ultraprocesados. Si nos ayudábamos con el número de ingredientes para saber si un alimento es procesado o no, con la publicidad ocurre algo muy parecido: los alimentos frescos y poco procesados se caracterizan por tener nula o escasa publicidad. Cuando cogemos un producto en el supermercado, todo lo que vemos en el envase, a excepción del cuadro de información nutricional que está escondido por ahí detrás, es publicidad. Paradójicamente, los productos con envases más atractivos y que más presumen de ser buenos para la salud en sus envases con etiquetas de, por ejemplo, “ingredientes naturales”, “receta tradicional”, son, en su gran mayoría, ultraprocesados”.

¡Muchísimas gracias por acompañarnos, Cristina! No dejéis de seguirla en Twitter (@caveroesponera) o en Instagram (@caveroesponera).

 

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La pregunta sana

Pregunta sana de la semana pasada (04/11/2022): ¿Por qué la lactancia materna protege el medio ambiente? Sorteábamos un ejemplar del libro “La cocina pop de El Comidista”, de Mikel López Iturriaga.

Respuesta: “La lactancia materna no deja huella de carbono. La leche materna es un recurso renovable y es producida por las madres y consumida por los bebés sin polución, empaque o desechos”. https://www.paho.org/es/temas/lactancia-materna-alimentacion-complementaria

La doctora Ujué Fresán, una referente mundial en aspectos de sostenibilidad y nutrición, nos ha escrito comentándonos que la FAO estableció 16 puntos claves para seguir una alimentación saludable y sostenible… y el primero es el fomento de la lactancia materna.

Fuente: FAO and WHO. 2019. Sustainable healthy diets – Guiding principles. Rome. https://www.fao.org/3/ca6640en/ca6640en.pdf

Pregunta sana de esta semana (11/11/2022): Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, los azúcares presentes en miel, jarabes o zumos de frutas, ¿se consideran azúcares libres? Sorteamos un ejemplar del libro “Más vegetales, menos animales”, de Julio Basulto y Juanjo Cáceres (Debolsillo).

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2022-11-13T21:25:22+01:0013/11/2022|Categorías: Entrevista, Julio Basulto (Blog personal), Vida Sana|Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , |